MIREYA CECILIA RAMONA PANTOJA LEVI, TODAS SUS CANCIONES SON DE AMOR, PERO DE AMOR FATAL, CECILIA
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MIREYA CECILIA RAMONA PANTOJA LEVI, TODAS SUS CANCIONES SON DE AMOR, PERO DE AMOR FATAL, CECILIA

Cecilia la Incomparable nace en la comuna de Tomé un 21 de Octubre de 1943, cantautora chilena de origen judío, representante de la nueva ola en los años 1960. Ganó el certamen internacional del VI Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en 1965. Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2016.


Martes, 25 de Julio de 2023.




Durante las primeras horas de esta madrugada sus más cercanos envían la información de la muerte de Cecilia La incomparable. Una gran cantautora chilena que marcó décadas tras sus primeros éxitos en los años 60.


En un programa de conversación que emitió canal 13 con Francisco Saavedra hace meses atrás, se le preguntó a la cantante “Le has visto la cara a la muerte en más de una ocasión. Tú misma dices que tienes siete vida, ¿le temes a ese momento?”, preguntó Pancho Saavedra a la artista. Cecilia fue tajante en su respuesta, “Lo único que siento… Quiero que la gente llore. La gente llora por algo querido. No puedo imaginarme (su muerte) y tampoco quiero, me duele. Yo vivo aún”.


Cecilia irrumpe como solista en pleno fulgor de la Nueva Ola, alzándose hacia mediados de los años 1960 como la mayor estrella juvenil de la época, si bien su estilo y repertorio no responden a cabalidad al molde del movimiento.


Mientras los pares de su generación se limitaban a doblar las canciones de éxito en Estados Unidos, Cecilia adquirió personalidad propia con un catálogo diverso de canciones adscritas a la tradición musical latina y europea.



Abordó diversos estilos musicales, entre ellos el bolero, tango italiano, mambo, chachachá y rock and roll. Su productor musical y por entonces director artístico del sello Odeón, Rubén Nouzeilles, consideró a Cecilia como única entre los músicos de su generación. De ahí el nombre de su segundo long play solista, La incomparable (1965), título por el que sería conocida en las décadas siguientes.


Primeros grupos

Cecilia se inicia en el canto a fines de los años 1950 en Los de Tomé, cuarteto melódico formado originalmente por tres hermanos de apellido González y cuyo nombre tributa a la ciudad de origen de sus integrantes. Tras la grabación de un primer y único disco sencillo para el sello RCA, a comienzos de la década de 1960 el grupo se disuelve, y su voz principal se lanza en solitario junto a un grupo de apoyo vocal que bautiza Los Singers.


Con ellos llega en 1962 a los estudios Odeón para grabar su primer trabajo solista, un disco single que, al sumar sus dos caras, combina dos estilos musicales distintos: un tango italiano y rock and roll interpretado en idioma nativo.


Un par de años después de su debut solista, impulsada por canciones italianas como Tango de las rosas (1963), «Aleluya», y «Baño de mar a medianoche», ambas del año 1964, Cecilia alcanzó popularidad.


Entre los años 1963 y 1965, lideró las listas de ventas y popularidad de la prensa y la radio; sus fanáticos se agolpaban por multitudes en las radios, teatros y estadios donde se celebraban sus conciertos. Su nombre, además, encabezó varias de las principales giras musicales organizadas por el país en esos años.



Carisma y polémica en vivo


Su despliegue escénico era desfachatado y provocativo, con un catálogo musical que abarcaba varios géneros musicales, lo que la convertiría en un símbolo de emancipación sexual al transgredir modales, convenciones y costumbres. En su participación en el VI Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar de 1965, compitió con la canción «Como una ola»,2​ trenzándose en una aguda polémica con las autoridades edilicias de la época al contravenir la recomendación de no interpretar su característico beso de taquito, gesto escénico inspirado en la técnica futbolística y considerado por entonces inapropiado para ser ejecutado por una mujer. Respondió con muecas, gestos burlones y uno que otro beso de taquito.


Gran influencia tuvo en su estilo musical y artístico su primer productor musical y por entonces director artístico del sello Odeón, Rubén Nouzeilles, quien no comulgaba con el presunto facilismo de la Nueva Ola.


Su formación musical era tan amplia como para sumar producciones de músicos disímiles, como de Lucho Gatica, de su amiga Violeta Parra y Los Huasos Quincheros. Las grabaciones de Cecilia que llevan la firma de Nouzeilles fueron en definitiva las más trascendentes de su carrera, y se caracterizaron por ricas orquestaciones que arreglaron directores de planta de la Odeón como Luis Barragán y Valentín Trujillo.


Resulta sintomático que el comienzo del declive artístico de Cecilia haya coincidido con su alejamiento de la Odeón. Inquieta por la progresiva pérdida de popularidad que desde la segunda mitad de la década experimentó a manos de nuevos ídolos juveniles, entre ellos José Alfredo Fuentes, en 1968 decide mudarse al sello CBS/Philips y comenzar a grabar temas que le dieran un perfil más adulto e internacional a su carrera. Así fue como a partir de ese año y hasta 1970 propuso versiones progresivas para temas de Violeta Parra (Gracias a la vida) y Víctor Jara (Plegaria a un labrador).


Pero sin lugar a dudas el registro más trascendente de este período fue Compromiso, una balada de acento roquero que tres décadas después sería rescatada por Javiera y Los Imposibles. En su momento, sin embargo, el éxito de este experimento estilístico fue insatisfactorio, y sus resultados llevaron a la cantante a probar suerte con todos los medios que tuvo a su alcance.


Tras editar un primer y único LP para CBS/Philips, Gracias a la vida (1970), intentó sin suerte iniciar una carrera en México y a la vuelta, en pleno gobierno de la Unidad Popular, fundó su propio sello discográfico, Chía Producciones, para el que grabó algunos pocos temas de corte melancólico y romántico que tuvieron escasa difusión. Fue su último intento importante por recuperar la gloria perdida.



Leyenda y Bohemia


El golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 la sorprende cantando en boites y centros nocturnos de la capital, y desde entonces, aquellos escenarios se convertirán en un refugio para su supervivencia artística. A diferencia de otros cantantes de su generación, la exreina de la Nueva Ola permanecerá al margen de los circuitos oficiales y masivos de difusión. En los subterráneos de la deprimida bohemia nacional, Cecilia comenzará a alzarse en leyenda de una nueva generación que comenzará a valorarla como figura de culto.


La primera señal al respecto la entrega el director teatral Vicente Ruiz, quien en 1984 utiliza canciones de Cecilia para musicalizar una versión de la obra Hipólito, que se montó en el teatro El Trolley. ¿Qué conexión vio Vicente Ruiz entre Cecilia y una tragedia griega? «Ella ―declaró en diciembre de 1984 al suplemento Wikén del diario El Mercurio― es como alguien majestuoso que desapareció en la oscuridad del anonimato por una posible autodestrucción. Todas sus canciones son de amor; pero de un amor fatal, imposible de concretar. Ella es una mujer que se automarginó».


Aunque el montaje de Hipólito tuvo una repercusión muy marginal, fue el punto de partida para que Cecilia fuese revalorada entre nuevas generaciones.


Luego se realizaron una serie de conciertos de la antigua reina de la Nueva Ola (uno de ellos con un lleno total en el Teatro Caupolicán), con su exdirector artístico, Leo García. Luego Rubén Nouzeilles, lanzó dos discos compilados en formato digital, La incomparable (1995) y Un día te diré (1997), cuyas ventas sumaron más de 100 mil unidades, delatando el arraigo popular de sus canciones.


En el mismo período se estrenó Cecilia, una reina, un mito, una obra de teatro sobre la vida de Cecilia que tocaba el tema del alcoholismo y la homosexualidad, alimentando el mito sobre su figura. A ello contribuiría la biografía no autorizada Cecilia, la vida en llamas (2002, Planeta), de Cristóbal Peña.


Tras permanecer un mes a la venta, el libro fue incautado por orden del Primer Juzgado del Crimen de Santiago, debido a una causa penal que buscaba evaluar posibles injurias con publicidad acusadas por la propia autora en una querella.


Un año y medio después, el caso fue cerrado sin que el tribunal llegara a pronunciarse sobre el fondo de la demanda, debido a que se decretó el abandono del procedimiento, decisión que fue confirmada posteriormente por la Corte de Apelaciones de Santiago.

Durante gran parte de su carrera musical, Cecilia Pantoja Levi como todos los cantantes de su generación se limitó a administrar su patrimonio musical de los años 1960.


Cecilia fallece hoy a los 79 años de edad...









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