INCENDIOS DEJAN AL MENOS 56 MUERTOS Y MILES DE VIVIENDAS AFECTADAS.

Los incendios forestales en Chile, especialmente en la región de Valparaíso, dejan al menos 56 muertos y entre 3,000 y 6,000 viviendas afectadas. Se sospecha intencionalidad en algunos focos.

En medio de una situación de emergencia, los graves incendios forestales que han azotado la zona centro-sur de Chile, especialmente en la región de Valparaíso, han dejado un saldo devastador. Según el gobernador Rodrigo Mundica, el número de fallecidos asciende a al menos 56, marcando esta tragedia como una de las peores desde el gran terremoto de 2010.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, expresó que probablemente sea la situación de emergencia con más víctimas después del terremoto mencionado. En una declaración tras una reunión del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid), Tohá advirtió que el número de fallecidos podría aumentar.

Las autoridades han señalado sospechas de intencionalidad, especialmente en el incendio de Las Tablas en Viña del Mar, donde hubo focos intencionales según informes. Sin embargo, aún no se conocen las características de los responsables, y Mundaca indicó que la justicia deberá determinar si son grupos organizados o pirómanos.

Los cuatro focos de la región, con el incendio de Las Tablas como el más grave, se mantienen activos. Hasta ahora, 9,600 hectáreas han sido consumidas por el fuego, con riesgos potenciales hacia áreas habitacionales en Quilpué, Viña del Mar, Reñaca y Concón.

La implementación de toques de queda en algunas comunas ha sido vital para controlar la situación, aunque evacuaciones difíciles han complicado la labor de quienes trabajan en la emergencia, resultando en pérdidas humanas. Tohá hizo un llamado a la población para que obedezca las señales de evacuación y colaborar con las fuerzas del orden.

En cuanto a las viviendas afectadas, se estima que entre 3,000 y 6,000 han sido dañadas, con 16 villas damnificadas. El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, describió este incendio como el más grande de la última década en términos de vidas humanas y pérdida de viviendas.

Aunque se espera una mejora en las condiciones climáticas, la situación sigue siendo compleja, y el control total de los incendios no está garantizado. La solidaridad y la colaboración se tornan cruciales para hacer frente a esta tragedia que deja a comunidades enteras en luto y reconstrucción.