En un análisis sobre la puntualidad y su impacto social, el psiquiatra y filósofo Neel Burton, residente en Oxford, sugiere que llegar ocho minutos tarde podría ser ideal para ciertas situaciones sociales.
La puntualidad es un aspecto crucial en la vida diaria, tanto en contextos laborales como personales. En Chile, al igual que en muchas otras culturas, la puntualidad es valorada como una muestra de respeto y consideración hacia los demás. Sin embargo, según el psiquiatra y filósofo Neel Burton, residente en Oxford, Inglaterra, llegar ocho minutos tarde podría ser la clave para un equilibrio social óptimo.
En su columna titulada "La Psicología de Llegar Tarde", publicada en Psychology Today, Burton sugiere que la impuntualidad moderada puede ser beneficiosa en ciertas circunstancias. Él afirma: “En muchas situaciones sociales, a menudo llego exactamente ocho minutos tarde. ¿Por qué? Llegar temprano es tan grosero, si no más, que llegar tarde, mientras que llegar exactamente a tiempo a veces puede sorprender al anfitrión”.
Burton explica que llegar ocho minutos tarde no se percibe como una tardanza significativa y permite al anfitrión tener tiempo para prepararse adecuadamente antes de la llegada del invitado. Sin embargo, advierte que un retraso mayor puede ser visto como una falta de respeto y consideración, especialmente si las personas afectadas son superiores sociales o jerárquicos
El psiquiatra subraya que la puntualidad es crucial, especialmente en eventos formales o importantes, como bodas, funerales o cenas elaboradas. Llegar tarde a estos eventos no solo puede ser visto como un insulto, sino que también puede socavar la imagen de la persona impuntual, revelando una falta de planificación, autoconocimiento o empatía.
En resumen, Burton destaca la importancia de encontrar un equilibrio y sugiere que una pequeña impuntualidad puede ser socialmente aceptable e incluso beneficiosa en algunas situaciones. No obstante, la puntualidad sigue siendo un valor importante que refleja respeto y consideración hacia los demás.
Comentarios